Sisters

Este mes de octubre recién estrenado se me antoja entretenido. Ayer, bote de aguaplast en mano, estuve tapando agujeros durante más de 3 horas. Y es que, el hecho de que la hija mayor, la Macarena, se vaya de casa ha revolucionado a la familia. Cajas llenas de toallas por casa, pantalones y demás accesorios de faena preparados para acudir al trabajo en cualquier momento. El próximo día me llevaré la cámara y haré fotos del antes. Dentro de un mes, coincidiendo casi casi con su 28º cumpleaños, haré las fotos del después, de las paredes pintadas de color burdeos y de las cortinas cuatricolor. Comienzo a sentirme un poco huérfana de hermana, y me apena mucho que se vaya de casa, pero también me alegro porque ella lo esta viviendo con mucha ilusión. Hemos estado casi 21 años compartiendo espacios, viéndonos cada día y aún así nunca me cansaré de estar con ella, es lo que tienen los hermanos, que los quieres aunque te hagan rabiar y que los echas de menos aunque sepas que puedes ir a verlos en cualquier momento.