5.13.2007

Strawberry wine


Y me voy a dormir pesada, cansada y algo triste. Y una amarga-dulce sinfonía me acompaña hasta la cama y me envuelve en mis sábanas infantiles que me devuelven a los nervios del primer exámen y aquella tortilla indigesta y aquella ensalada con demasiada sal que hizo de -indigesta- cena. Y seguro que hay alguien que tiene las mismas sábanas que yo y ambos/ambas dormimos rodeados por unos mismo cabezones sonrientes :)

5.08.2007

Howard Road



Ay yo creo que si comenzase a escribir aquí burrados o cosas personales nadie se extrañaría ni me advertiría pues creo que este blog se está quedando cada vez con menos lectores, si solo tenía 8! Ahora todavía menos! Me alegra saber que Yle se ha añadido de forma muy pasional y desenfadada. Y es que este sitio no deja de ser un sitio donde gastar un poco de tiempo escribiendo cosas que piensas que le interesaran al otro, le gustará leer o le hará pensar. Es como un artículo de un diario. El domingo un señor que escribía en la contraportada de El Periódico (una de mis partes favoritas de un diario, además de la Editorial y Cultura, pues siempre contiene una interesante entrevista (muy interesante en el caso de la Vanguardia -y muchas veces realizada por Victor Amela-) y en el caso que me ocupa un artículo de un articulista habitual). Pues bien este señor decía que una de las cosas que más felicidad y gozo le daban era que su mujer le pasase la mano por la cabeza desde la nuca hacia la coronilla. Jolín solo leerlo estuve deseando que (en este caso mi madre o hermana, puesto que yo no estoy casada con la mujer de este señor jeje) me tocase el pelo. Y en un intento por ello, me estiré en el sofá (en mi GRAN SOFA) con el cojín en la pierna de mi madre y la cabeza allí encima, me solté la coleta a la espera de una mano que tocase mi pelo. Entonces una mano con uñas largas comenzo a rascarme la espalda!!!! Y no se si os ha pasado alguna vez, pero cuando te rascan un rato mola, pero cuando la rascada se alarga durante un cuarto de hora y se limita a 10 cm² de piel desearías cortar la mano de uñas largas. Eso si rasca por debajo del pijama, porque si rasca por encima entonces deseas arrancarte los dientes y los odios para dejar de sentir la tirícia horrorosa de las uñas rascando un pijama de algodón. Es como morder el cordón de una bamba cuando eras pequeño te las quitabas sin sacar el nudo y después lo deshacías con los dientes (aggggggggggg).
Pues sí, señor del diario, a mi también me gusta que me mimen la nuca.

5.05.2007

Your song



My gift is my song and this one's for you
Que tingueu un bon dia nois.