Hecho de bronce y mazapán!

Mis queridísimos amigos Marta y Manel acaban de llegar de su luna de miel. Felices, sonrientes, con un moreno más que envidiable y, porque no decirlo, algún quilito de más ganado placenteramente. Mil cosas nos han explicado y mil cosas han quedado en sus cabezas. Parece que ambos se hayan tragado una señorita guía y que esta intente expresarse a través de las bocas de los seres en los que se hospeda. Me han traído la cabeza de la diosa Atenea, que nació armada de la cabeza de su padre Zeus, tras comerse a la madre de ésta (Metis) una vez que la convirtió en mosca tras acostarse con ella, pues predijo que si tenía una hija, uno de sus hijos lo destronaría. Allí, en la cabeza de Zeus, la mosca trabajó duro para formar a la que serie la Diosa de la estrategía, de las artes, la agricultura, de la sabiduría y protectora del pueblo ateniense. Para conseguir esto último, tuvo que enfrentarse con Poseidón (dios de los mares) y ofrecer un regalo a la ciudad. Poseidón hizo surgir un caballo de un golpe de tridente, aunque otras fuentes dicen que hizo brotar agua en el Acrópolis, pero Atenea le regalo al pueblo un olivo. Atenea es Atenea :)